Archive for agosto, 2020

Conversando con Gabriele Cortinovis

¿Qué fue lo primero que hizo que te interesaras por la música?

La música siempre representó un factor fundamental para mi formación personal desde que era pequeño. La búsqueda de nuevos discos y artistas significaba ampliar mis horizontes como persona y como artista. Aprender a tocar fue algo natural consecuencia de mis intereses.

¿Quién te inspiró para hacer música? ¿Algún músico famoso que admiras?

Empecé con el rock inglés y mis primeros artistas referentes fueron Led Zeppelin, The Beatles , Pink Floyd y pronto descubrí el Jazz con artistas como Miles Davis, Charlie Parker y John Coltrane. Siempre en busca de algo nuevo descubrí a través de un amigo algunos temas de Paco de Lucía y desde entonces me dediqué siempre más intensamente al Flamenco que tanto me fascinaba.

 ¿De dónde viene tu pasión por el flamenco?

Como dijo uno de mis profesores: el Flamenco “tiene tierra”. Es una música que tiene su historia y su geografía, sus sonidos tan peculiares y únicos. Sus armonías y ritmos no sólo son la expresión de una cultura, sino que son casi únicos dentro del panorama musical occidental. Para un guitarrista es un reto visceral.

¿Con quién estudiaste flamenco?

Empecé a estudiar flamenco en Lisboa y en París con profesores particulares, y al cabo de pocos años viajé a Jerez de la Frontera y a Sevilla donde pude estudiar con grandes nombres del flamenco como Manuel Valencia, Augustin De la Fuente, Antonio Rey, Niño de Pura, Eduardo Rebollar, Pedro Sierra, Rafael Riqueni y muchos más.

Estudié en la fundación de Flamenco Christina Heeren de Sevilla, e hice el Máster en interpretación de guitarra flamenca en la Esmuc de Barcelona con Rafael Cañizares.

¿Cuál es tu pieza musical favorita en este estilo?

No suelo tener piezas favoritas, pero sin embargo “Orate” de Diego del Morao y “Tauromagia” de Manolo Sanlúcar son de los discos que más me han fascinado.

¿Dónde podemos disfrutar de una buena presentación de flamenco en Barcelona (y en España)?

Aquí en Barcelona hay muchos tablaos de calidad pero también un mundo más “underground” muy desarrollado.

¿Cómo describirías la música que haces normalmente?

Trabajo especialmente con el flamenco tradicional y el tango argentino. Últimamente me estoy dedicando mucho a músicas populares, gracias a otra banda que tengo en Italia y también hago algunas “investigaciones experimentales”.

¿Cómo es tu proceso creativo?

Trabajo mucho analizando temas que me gustan para entender y poder reproducir los elementos que me resultan más interesantes para alimentar y estructurar lo que sale de la inspiración.

¿Cómo ha sido tu experiencia como profesor de guitarra en Shine?

Desde que empecé a trabajar en Shine he crecido mucho como artista y persona. Los alumnos son una oportunidad para ver las múltiples caras de la música y de cómo ella mueve a cada uno. El ambiente en la Escuela además es muy ameno y favorable al intercambio de conocimientos entre los alumnos y los profes.

 ¿Cuál crees que ha sido la mayor aportación que has hecho a los alumnos con los que has trabajado durante estos años?

Es una pregunta muy difícil de contestar, sería interesante saber la respuesta de los alumnos… Diría que mis clases tienen el fin de acercar el alumno a la música que más le gusta a través de la guitarra, de trabajar para ser autónomo en entender los temas que le gustan y ser capaz de interpretarlos.


*Fotografía: Fabio Toschi

¿Cómo crees que Internet ha impactado en la industria musical?

Ha hecho posible que muchos entraran en contacto con nuevas músicas y conocieran artistas lejanos con relativa facilidad.

Por otro lado, las plataformas de streaming musical han hecho más complejo para un artista ganar su sueldo con las grabaciones. Es un problema complejo donde hay que considerar costes y beneficios. Algo que realmente no comparto de la situación contemporánea es la excesiva atención del público y de los músicos a los social networks que convierten la afición hacia la música en un fenómeno de Voyeurismo (para el público) y de exhibicionismo (para el artista). Muchas veces el éxito musical ya no depende de la calidad del contenido sino de la forma en la cual uno consigue enseñarlo.

¿Si pudieras cambiar algo de la industria musical que sería?

En general creo que lo más urgente es resolver la situación de constante precariado del artista. Creo que es prioritario reconsiderar los sueldos para las prestaciones artísticas (clases, conciertos y bolos) y también que el valor de un artista sea medido en su real producción y calidad musical y no tanto en número de followers.

¿Qué proyectos musicales próximos tienes en mente?

Estoy en una nueva etapa de composición con mi banda italiana “Rayuela” con la cual creamos “nueva música popular” y también estoy juntando ideas para un proyecto más Jazz-Rock sin regla ninguna, ya veremos…

¿Algún consejo o consejos para quienes deseen estudiar guitarra e introducirse en el mundo de la música?

Diría que es importante perderle el miedo al estudio de la música, los alumnos que no dudan de sus posibilidades son los que suelen avanzar más y con más serenidad. No hay que pensar que sea algo inalcanzable a ninguna edad. Saber que el tiempo dedicado a la música es tiempo de calidad que uno dedica a sí mismo.

¡Toma una clase con Gabriele!

La guitarra flamenca

La guitarra es un instrumento muy versátil, con el que se pueden interpretar temas de diversos géneros musicales. El flamenco, que goza de gran popularidad en España y en el mundo entero, es uno de ellos y la guitarra flamenca una de las variedades más populares de la guitarra española. 

El origen de la palabra “flamenco” es inexacto. Se cree que viene de la tradición cultural que los gitanos introdujeron en España durante la dominación árabe desde antes del siglo XV. Sin embargo, es durante el siglo XVIII cuando el flamenco se reconoce como género musical y eleva su expresión artística a partir de la fusión cultural de musulmanes, gitanos, españoles, africanos y caribeños que en aquella época coexistían en Andalucía. 

El primer guitarrista flamenco documentado históricamente data del año 1850 conocido como Francisco Rodríguez “El Murciano”. No obstante, el registro más antiguo de música flamenca data de 1774 en el libro Las Cartas Marruecas de José Cadalso. 

En general, cuando hablamos de flamenco hacemos referencia al resultado de una mezcla armónica de diferentes culturas y estilos musicales que tiene una expresión artística de sentimiento profundo a través del cante, el baile y el toque (forma en que el guitarrista toca la guitarra flamenca). Con el tiempo, otros instrumentos como la flauta, el cajón y el violín han enriquecido esta música, lo que ha permitido renovar melodías y dar forma al flamenco que hoy conocemos.

La guitarra flamenca es similar a una guitarra clásica pero con partes más delgadas y menos refuerzos internos. Suele tener cuerdas de nylon y se utiliza en el toque.

Este instrumento con frecuencia está equipado con una placa de golpe (golpeador), comúnmente hecha de plástico, cuya función es proteger el cuerpo de la guitarra de los golpes rítmicos.

Normalmente las guitarras flamencas están hechas de madera de ciprés, un material que da brillo al sonido y se adapta muy bien a las características de este estilo musical. Además, cuenta con una caja más estrecha para que la sonoridad sea más pequeña y no eclipse la voz del cantante.Quizás la principal diferencia entre una guitarra clásica y una flamenca es que en esta última, las barras armónicas están ubicadas de diferente forma, lo cual hace que se genere un sonido más percusivo y brillante. 


Con respecto a la postura, el guitarrista flamenco a menudo cruza las piernas y apoya la guitarra en la que está más alta, mientras que el mástil lo mantiene casi horizontal con respecto al suelo.

Desde el año 2010 el flamenco está considerado por la Unión de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como una obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad. 

Algunos de nuestros profesores ofrecen algunas recomendaciones para quienes se interesan en estudiar la guitarra flamenca:

César Munuera, graduado del Conservatorio del Liceu de Barcelona en guitarra flamenca, asegura: 

“Claro que es imprescindible estudiar a Paco de Lucía, y hay muchas obras importantes para estudiar de él como: Guajiras de Lucía, Almoraima, Aires choqueros, Fuente y caudal, Llanto a Cádiz, Percusión flamenca, Recuerdo a Patiño…”

Por su parte, el guitarrista Manuel Fuentes comenta: 

“Paco de Lucía es el referente para cualquier flamenco, pero luego están Vicente Amigo, Gerardo Núñez, Tomatito, etc., que son de otra generación posterior pero igualmente grandes.

En mi opinión, en el flamenco no hay obras específicas que sean imprescindibles…lo más importante, más allá de escuchar a guitarristas, es escuchar cante y el flamenco más tradicional para comprender el compás y las singularidades de cada palo.

En definitiva, hay que escuchar mucho cante y, sobre todo, estudiar mucha técnica de la manera más meticulosa posible… Ya que este género desarrolla técnicas específicas de guitarra que no existen en ningún otro estilo.”

El director de la Escuela de Música Shine y experto en guitarra clásica, Milos Sajin, menciona algunas obras importantes: 

Nuestra escuela de música está ubicada en Barcelona, lugar reconocido históricamente por ser uno de los primeros espacios donde floreció el flamenco en España entre los siglos XIX y XX. 

¡Anímate a estudiar música con nosotros! Las clases que ofrecemos son personalizadas y para todas las edades. Si bien eres principiante o ya tienes un nivel más avanzado, no te preocupes, los contenidos se adaptarán siempre a tus necesidades e intereses.

Encuentra más información sobre nuestros cursos de música, presenciales y de forma online, en el siguiente enlace: https://shinemusicschool.es/classes/

Fuentes bibliográficas: 

Wikipedia, Flamenco Guitar: History, Style and Context de Manuel Peter (2003), publicaciones del Palacio Andaluz (2020)

Mary Lou Williams

“La primera dama del teclado de jazz”

Mary Lou Williams, nacida en 1910, fue una pianista y compositora de Atlanta, EE. UU, pero también,  la primera mujer en ser clasificada entre los mejores músicos de jazz, que hasta el momento solo eran hombres. Mary Lou Williams fue una importante contribuyente a todos los aspectos del jazz.

Su carrera comenzó a finales de la década de 1920 y duró más de medio siglo. Comenzó a tocar el piano debido a que su madre, una pianista de formación clásica, le motivó. Mary ya tocaba melodías simples a los dos años y a los cuatro ya era una prodigio con un tono perfecto y una memoria musical muy desarrollada. A los diez años era conocida como “la niña pianista” y actuaba para pequeñas audiencias en todo Pittsburgh, Pensilvania. Su debut profesional con grandes bandas fue en 1922, a los doce años, cuando sustituyó a un pianista en Buzz and Harris Revue, un espectáculo itinerante.

En 1925, con solo 15 años, Williams trabajaba como música a tiempo completo y tenía un estatus consolidado como una gran jazzista. Ayudó a desarrollar el sonido swing de Kansas City de la década de 1930. Y en la década de 1940, fue mentora de algunos de los innovadores más famosos del bebop, como Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Thelonious Monk.

Williams era una experta en su instrumento y todo lo que aparentemente “le faltaba” por no ser un hombre lo compensaba en el escenario. Su habilidad musical le permitió ganarse el respeto de muchos hombres, tanto dentro como fuera de la comunidad del jazz. Mary Lou se centró en la difícil situación de su raza y lamentó la pérdida de la herencia del jazz, e incluso más adelante en su carrera intentó educar a los jóvenes negros de la próxima generación sobre su herencia del jazz. Las preocupaciones y actividades de Mary Lou eran nobles y se basaban en su preocupación por el racismo.

A menudo tuvo que legitimar su lugar en el escenario mediante una demostración de su habilidad musical. Simplemente porque era una mujer, los hombres de su campo no esperaban que tuviera habilidades equivalentes a las de un hombre. El lugar culturalmente apropiado para Mary Lou no era el escenario, sino el hogar. Mary Lou rompió los roles de género culturalmente apropiados al perseguir su música en lugar de la maternidad.

En las décadas de 1960 y 1970 compuso una serie de piezas litúrgicas para conjuntos de jazz, entre las que se encuentran el Cristo negro de los Andes (1962), una cantata; Misa de Cuaresma (1968); y Música por la paz (1970), conocida popularmente como “Misa de Mary Lou”. En 1970 también grabó una interpretación-conferencia integral titulada La historia del jazz. Cinco años más tarde fue nombrada miembro de la facultad de la Universidad de Massachusetts, Amherst, y en 1977 miembro de la facultad de la Universidad de Duke.

Mary Lou estuvo fue víctima y testigo de muchas agresiones raciales a lo largo de su vida y carrera como pianista de jazz. La raza y el género se combinaron para dificultar mucho su carrera ya que Mary Lou Williams no solo era una mujer, sino que también era una mujer negra, y las mujeres negras en la primera parte del siglo XX no tenían muchos derechos. Teniendo un talento indudable, pasaron muchos años hasta que  los críticos respondieron a la música de Mary Lou y la clasificaron como legítima. 

Mientras trabajaba y realizaba una gira con la banda de Andy Kirk, The Clouds of Joy, Mary experimentó de primera mano las dificultades de la segregación. Viajando incluso a una ciudad “del norte” como Kansas City, los efectos de la segregación siguieron siendo desenfrenados; incluso los sindicatos de músicos estaban segregados. Afortunadamente para Andy Kirk y la banda, esto no les impidió actuar en diversos escenarios. Por el contrario, más adelante en su carrera, Mary Lou trabajó en Café Society Downtown, un club en la ciudad de Nueva York que practicaba la integración total y trataba a negros y blancos por igual, y también ofreció su tiempo como beneficio para la NAACP así como para el Comité de el negro en las artes.

Para Williams, el jazz era una herramienta de expresión vasta y poderosa y, en su opinión, podía servir como un portal crucial y necesario para que los pueblos negros pudieran comunicarse y transmitir las complejidades de su pasado. En muchas ocasiones, se dedicó a escribir, de manera informal en ensayos y cartas inéditos, pero también en ocasiones en foros públicos, con el fin de elaborar sobre las formas en que su propia “música moderna” era una declaración en el “progreso” estético y, sin embargo, asimismo, constitutivo de formas antiguas.

Su última grabación fue “Solo Recital” (Festival de Jazz de Montreux, 1978), tres años antes de su muerte,  una mezcla de temas espirituales, ragtime, blues y swing. En 1981, Mary Lou Williams murió de cáncer en Durham, Carolina del Norte, a la edad de 71 años. Dizzy Gillespie, Benny Goodman y Andy Kirk asistieron a su funeral en la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Fue enterrada en el cementerio católico Calvary en Pittsburgh. Mirando hacia el final de su vida, Mary Lou Williams dijo: “Lo hice, ¿no? A través de lodo y barro”. Y hasta hoy la recordamos como “la primera dama del teclado de jazz”.